Opaca y matérica al tacto, esta superficie presenta un ligero efecto de estucado que la deja suave y la convierte en envolvente. La atención especial prestada en la elección de materias primas preciadas crea una superficie con efectos cromáticos delicados y con excepcionales efectos de profundidad.
Obtenido gracias a una exclusiva técnica de elaboración de la superficie, este acabado especial se distingue por el característico reflejo semi-brillante que crea movimiento a la estructura superficial. El resultado es una superficie lisa y suave al tacto, para nada predecible y de indiscutible belleza.
Esta superficie tan única y reconocible se obtiene de cales fielmente extraídas de piedras naturales. El flameado es una elaboración que se puede realizar solo en las piedras que posean las características adecuadas; la técnica consiste en la aplicación de una llama viva a elevadas temperaturas sobre una superficie que se enfría inmediatamente después con agua. El choque térmico provoca la dilatación de la piedra y la consiguiente rugosidad típica de este acabado.
Un acabado con efecto de superficie martilleada típica de las piedras naturales y muy apreciada para su uso en exteriores porque aumenta notablemente el grado de resistencia al deslizamiento. Esta superficie se caracteriza también por una gráfica distinta que enfatiza su versatilidad y su carácter.